ya no dan las ganas para hacer tareas o trabajos, dan ganas de tocarte el pelo y acariciarte la barba, jugar con tu nariz y de meterte mi lengua despacio, para que después te escondas en mi cuello, esperar a que juegues con mi falda, para de nuevo meterte la lengua en la boca, mirarte otra vez , tocarte la espalda y volver a casa.
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